El cinc es un metal conocido desde la más remota antigüedad, pero no se consiguió aislarlo de otro elementos, por lo que no se obtuvo en estado puro hasta el siglo XVII. Los minerales más empleados en la extracción del cinc son la blenda y la calamina. La aplicación más importante del cinc es el galvanizado del acero.
Sus principales características son:
- Es muy resistente a la oxidación y corrosión en el aire y en el agua, pero poco resistente al ataque de ácidos y sales
- Tiene el mayor coeficiente de dilatación térmica de todos los metales
- A temperatura ambiente es quebradizo, pero entre 100º y 150 ºC es muy maleable
- En forma de aleación:
- Alpaca (Cu+Ni+Zn): antiguamente se utilizaba en cubertería y en la actualidad se utiliza en joyería barata y fabricación de estuches.
- Zamak (Al+Cu+Zn): se emplea para la obtención de piezas de gran precisión y de gran calidad superficial.
- En estado puro:
- Galvanizado electrolítico: consiste en recubrir, mediante electrólisis, un metal con capa muy fina de cinc, de unas 15 milésimas de milímetro.
- Galvanizado en caliente: la pieza se introduce en un baño de cinc fundido. Una vez enfriada, el cinc queda adherido y la pieza protegida.
- Metalizado: se proyectan partículas diminutas de cinc, mezcladas con pintura, sobre la superficie a proteger.
- Sherardización: consiste en recubrir con polvo de cinc una pieza de acero e introducirla en un horno. Por el calor, el cinc penetra en el acero.
- Otras formas:
El cinc se puede obtener mediante dos métodos:
- Por vía seca
- Por vía húmeda
- Punto de fusión: 419 ºC
- Resistividad: 0,057 Ω·mm2/m
- Resistencia a la tracción:Piezas moldeadas: 3 kg/mm2
Piezas forjadas: 20 kg/mm2
- Alargamiento: 20 %
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